Miércoles, abril 21, 2010
Política//País//El último dictador argentino, Reinaldo Bignone, fue condenado a 25 año
s de encierro en una cárcel común, por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención de Campo de Mayo.Bignone, de 82 años de edad y quien cumplía prisión domiciliaria, fue sentenciado junto a otros cinco represores de la dictadura militar (1976-1983), entre ellos los ex generales Santiago Omar Rivero y Fernando Ezequiel Verplaetsen.
Rivero y Verplaetsen también fueron sancionados a 25 años de reclusión en un establecimiento del Sistema Penitenciario Federal.
Otros dos encausados, el entonces jefe de la Escuela de Infantería Jorge García, y Carlos Alberto Tepedino, quien comandaba el batallón de inteligencia 601 del Estado Mayor General del Ejército, fueron condenados a 18 años de prisión.
Mientras, Eugenio Guañabens Perelló, ex director de la Escuela de Servicios para Apoyo de Combate General Lemos, deberá cumplir 17 años de reclusión. El único absuelto del caso fue el comisario bonaerense Germán Montenegro.
Bignone, el único de los siete que no había sido juzgado con anterioridad, fue hallado coautor penalmente responsable por 11 allanamientos ilegales, seis robos, 15 privaciones ilegales de libertad, 29 desapariciones y 38 casos de tormento.
La lectura del veredicto del Tribunal Oral Federal 1 de San Martín se realizó sin la presencia de los acusados y puso fin a cinco meses y medio de juicio oral y público.
El fallo fue aclamado por el público, en en especial la resolución judicial que canceló las prisiones domiciliarias de varios acusados, entre ellos Bignone, reseñó la agencia de noticias Telam.
Respecto a la condena del último dictador militar argentino, el ministro de Justicia, Julio Alak, lo consideró "otro acto de justicia ejemplar, porque se trata de uno de los más sangrientos representantes del genocidio ocurrido en el país entre 1976 y 1983".
El juicio y castigo a Bignone es un nuevo paso gigantesco en el camino de la búsqueda de verdad y justicia, abierto por la derogación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida para terminar con la impunidad en la Argentina, señaló.
Fuente: Prensa Latina
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