Bariloche: las dos caras

En repudio por la muerte de un chico de 15 años que fue baleado el jueves por un policía, y tras conocerse que otros dos jóvenes murieron bajo los disparos durante la protesta por el caso, te dejamos una carta que fue publicada en Facebook por una chica que estudia en mendoza, pero que nació en Bariloche lugar donde se dieron los tristes epsiodios.

"El motor de esta carta es la gran impotencia que siento tras los asesinatos de tres jóvenes en la ciudad de Bariloche. Soy Julia Rogé, tengo 21 años, y actualmente soy estudiante de Sociología de la UNCuyo. Nací y crecí en Bariloche y si bien estos eventos me conmueven, no me sorprenden. La desigualdad social y el conflicto latente son parte de la cotidianeidad de una ciudad cínica que dirige sus esfuerzos a la rentabilidad del turismo, en beneficio de unos pocos; mientras deja librado al azar, al mérito individual, la satisfacción de necesidades vitales de los sectores empobrecidos. Es imprescindible entender que los acontecimientos producidos en la Ciudad de Bariloche son el resultado de contradicciones sociales muy fuertes y arraigadas: entre la cara de la Bariloche “suiza y feliz” y la realidad que se vive, día a día, en “El Alto”.

La muerte de tres jóvenes, es un claro síntoma de que tenemos que dejar de mirar al costado ante las injusticias y sospechar de la comodidad de nuestros hogares. Porque se vuelve incomoda y no sabemos que hacer cuando el conflicto se expresa de la manera mas cruda. Por que somos parte de un todo, es fundamental comprender que hay gente que vive en carne propia las consecuencias que este sistema genera: pobreza y exclusión; que se quedó afuera del turismo, el esquí y el chocolate; que no cuenta con una educación, un trabajo, ni una vivienda digna y q hace años sufre la represión policial. Todo esto debería conducirnos a repensar nuestras vidas, en lugar de responder con estigmatización y criminalización para conservar el “orden” que posibilita los negocios de sectores dominantes de la sociedad.

El circuito turístico no es una fuente de trabajo para todos, inevitablemente, va a haber exclusión. Año a año, son los mismos bolsillos los que se quedan con todo, los que viven a expensas de todos, que manejan el narcotráfico y tienen la policía a su servicio. Dejemos de vivir en una ilusión, Bariloche no es sólo la ciudad de la felicidad, es la ciudad donde diariamente se pagan con vidas la perpetuación de este orden establecido.

Por esto, sociedad barilochense y argentina, ¡abramos las cabezas! Es necesario cambiar el sistema por otro en el que todos seamos iguales, en el que a nadie se le nieguen sistemáticamente los derechos para una vida digna. Dejemos de pensarnos desde nuestra cómoda realidad individual: “yo ya tengo mi trabajo, lo único que quiero es que mi familia viva bien”, “que se pongan a laburar y nos dejen vivir en paz”. La gente que no trabaja, que no tiene para comer, ni un lugar donde vivir no es masoquista. Nadie es pobre porque quiere y es mentira que es posible ascender de posiciones sociales con merito y esfuerzo, no es cierto que “el que quiere llega”.

Con este sistema ya violento, desde un comienzo, no podemos pretender que la respuesta de los sectores populares no sea más violencia. No va a haber paz en tanto no haya justicia. La construcción de la paz no es un producto voluntario, responde a una estructura social inclusiva, justa, y con acceso a una igualdad de oportunidades.

Es necesario idear una estrategia política clara: empezar a pensarnos colectivamente buscando la raíz común de nuestros problemas, trabajando en conjunto y desde abajo, exigiéndole a los que hoy tienen el poder del Estado la articulación de políticas públicas que no se queden en el clientelismo, el asistencialismo y la represión que ya pasan a ser la rutina de cada elección.

Con todo esto no estoy justificando que toda la población tenga que vivir estos momentos de violencia y desesperación. Sin embargo es importante comprender que estos contrastes se viven desde hace muchos años y es muy poca gente la que entiende que mediante el trabajo cotidiano, colectivo y solidario se abre el camino para el cambio de las cosas y de las desigualdades existentes"

Escrito por: Julia Roge
Fotografía:
Pepe Mateos (Clarin)

(Comentá aquí, es importante tu opinión)

0 Comentar:

Publicar un comentario

Comparti este espacio

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More