Chile: Los derechos humanos y el Indulto Bicentenario

Opinión...

Santiago de Chile, 28 jun (PL) El declarado respeto del presidente Sebastián Piñera por los derechos humanos, reiterado estos días, será puesto a prueba cuando decida si un "Indulto Bicentenario" incluirá a represores del régimen militar de Augusto Pinochet (1973-90).

El mandatario chileno ha guardado silencio sobre este tema en particular, aunque -ante demandas de organizaciones humanitarias- ha reiterado que su gobierno respetará y fomentará los derechos humanos.

En realidad, en las últimas semanas, debió tomar distancia de quienes han defendido públicamente la dictadura chilena, entre ellos, su hermano mayor, José, dos veces ministro de Pinochet, quien intentó comparar al ex presidente Salvador Allende con Adolf Hitler.

Igualmente, fue removido el recién nombrado embajador de Chile en Argentina, Miguel Otero, por su defensa del régimen pinochetista en una entrevista en el diario Clarín de Buenos Aires, entre otras manifestaciones de la extrema derecha por influir en el nuevo gobierno.

El incidente más reciente surgió tras una tensa reunión la semana pasada entre Piñera y dirigentas de la Agrupación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (AFDD) en el palacio de La Moneda, que terminó abruptamente.

Las voceras de la AFDD criticaron, entre otras cosas, el papel de la funcionaria Rossy Lama, responsable del Programa de Derechos Humanos del Ministerio de lnterior, quien -dijeron- parece entorpecer y no facilitar el juicio y castigo de los culpables de la desaparición de nuestros familiares.

Cuestionado por organizaciones humanitarias y de izquierda, el mandatario también recibe presiones desde la derecha, incluyendo a figuras de su propio partido Renovación Nacional (RN), que exigen que el anunciado indulto, cuyo proyecto presentará en breve la Iglesia católica, no haga distingos entre civiles y militares.

El reelecto presidente de RN, Carlos Larraín, subrayó que los beneficios carcelarios deben aplicarse sin distinción y otros directivos de esa colectividad matizaron que deben excluirse quienes participaron en "hechos de sangre".

En la Unión Demócrata Independiente (UDI), aliada de RN en el gobierno, algunos personeros recordaron que "muchos militares que cumplen penas obedecieron órdenes" y otros pidieron directamente que el indulto sea amplio.

También grupos de militares retirados reiteraron su demanda de clemencia para sus compañeros de armas encarcelados.

Según trascendió en círculos políticos, el tema fue abordado en un encuentro la semana pasada del Presidente con varios senadores oficialistas, pero sin llegar a definir el criterio que empleará el gobernante.

La Constitución, heredada de la época de Pinochet, establece que un indulto, solo aplicable a presos condenados, puede hacerse mediante una ley -para lo cual el gobierno no tiene una mayoría automática- o directamente por decisión presidencial.

Aunque esta última vía pudiera traer riesgos políticos al actual gobierno, ha sido empleada en el pasado por los presidentes Eduardo Frei (1994) y Ricardo Lagos (2005).

Dada la complejidad del tema, el gobierno parece querer mantener silencio por ahora, hasta conocer la versión definitiva de la propuesta de la Iglesia, probablemente a mediados de julio, mientras algunos Obispos han sostenido discretos encuentros con miembros del parlamento.

El dilema no es menor para el gobierno de Piñera, empeñado en celebrar el Bicentenario de la Independencia (en septiembre) en un clima de unidad nacional para reconstruir el país tras el devastador terremoto del pasado 27 de febrero.

Escrito por:
Jorge Luna
Fuente: Prensa Latina

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