¿Agua pura o río turbio?

La semana pasada nos introduciamos al tema de la minería a cielo abierto. Desde el senado se acordó que el próximo 8 de septiembre se tratara el proyecto de ley para regular la actividad minera, conocido como Ley de Glaciares, que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados.

Por otro lado, el proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos de Protección de Glaciares y Ambiente Periglaciar vuelve esta semana al Senado de la Nación. La comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable decidirá si acepta las modificaciones aprobadas en la Cámara de Diputados o insiste en la versión original.

Hasta hace unos años la palabra "glaciar" se relacionaba solamente al imponente Parque Nacional Perito Moreno, el veto presidencial total de noviembre de 2008 a la ley previamente aprobada por las dos cámaras del Congreso tuvo, entre tantos contratiempos, un efecto positivo. Despertó en la opinión pública una creciente inquietud: ¿por qué la rechazó? ¿Qué intereses subyacen bajo el hielo?

Luego de que el 11 de agosto la Cámara de Diputados diera media sanción definitiva al proyecto de Ley acordado por el diputado Miguel Bonasso y el senador Daniel Filmus, las expectativas crecieron. Cinco organizaciones ambientalistas elevaron una carta para pedir la inmediata aprobación del proyecto de “Ley de Presupuestos Mínimos para la Preservación de los Glaciares y del Ambiente Periglacial”. Su importancia redunda en la necesidad de protegerlos como "recurso estratégico" y reservas de agua pura.

El espíritu del proyecto apunta a dar un paso en el reconocimiento del derecho humano al agua potable, como estableció el 28 de julio de este año la Asamblea General de las Naciones Unidas, que la representación argentina apoyó "como una de las condiciones fundamentales para garantizar el derecho a la vida". Recordamos, a su vez, que ya en abril del 2009, la Fundación Servicio Paz y Justicia -dirigida por el premio nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, había hablado del agua como "bien común de la humanidad y derecho humano", recalcando justamente la importancia de los glaciares "como reserva de agua esencial para nuestros pueblos".

El objetivo gana adeptos a primera vista, pero las objeciones empiezan cuando se superpone con intereses particulares.

Las organizaciones ambientalistas confían en que la reglamentación de la ley es muy importante. Allí. La Ley de Glaciares es un gran avance, ya que busca realizar un ordenamiento territorial de alta montaña y establecer cuáles son las áreas ricas como fuentes proveedoras de agua para protegerlas. Así, Argentina sería el primer país en contar con una ley de protección de glaciares en América Latina.

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Por: encombustioninterna
Fuente: comambiental.blogspot.com

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