En la madrugada del último día de septiembre, el Senado destrabó la polémica Ley de Glaciares en una votación que dejó 35 votos a favor del texto que limita el accionar de las mineras contra 33 votos de los que buscaban repetir la ley sancionada por la Cámara alta el año pasado.
Proteger la riqueza natural de los glaciares, prohibiendo la explotación minera y petrolera, es el objetivo de una leyargentinaque fue vetada hace casi dos años por la presidenta del país, Cristina Fernández de Kirchner, por considerar que impedir este tipo de actividades en los campos de hielo es perjudicial para el progreso económico.
Ya se había aprobado en la Cámara de Diputados el proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos para la Preservación de los Glaciares y del Ambiente Periglacial, con el fin de resguardar una de las mayores reservas de agua dulce de todo el planeta.
Los glaciares en los Andes de Sudamérica se encuentran en un proceso generalizado de disminución debido a las mayores temperaturas en la región. La necesidad de monitorear el comportamiento de estas masas de hielo es esencial y, a su vez, la necesidad de proteger los glaciares es urgente. Mitigar el cambio climático es un imperativo para lograr que los glaciares tengan posibilidades de perdurar en el tiempo y, a su vez, es imprescindible que estos ecosistemas estén exentos de los riesgos y las agresiones de actividades que afecten su estabilidad y permanencia.
La importancia en Mendoza
La agricultura, la producción hidroeléctrica y el suministro para los centros urbanos son posibles gracias al derretimiento de la nieve acumulada durante el invierno y almacenada en el hielo de los glaciares y en la cubierta de nieve de las montañas.
Las provincias cuyanas son las principales productoras vitivinícolas de la Argentina y poseen una importante área agrícola. El sector agropecuario de Mendoza representa un porcentaje significativo en el total de la Argentina y esa actividad sólo es posible gracias a un sofisticado sistema de irrigación que aprovecha eficientemente el agua de deshielo proveniente de la Cordillera. El contraste entre la vegetación del desierto natural y el verde de los cultivos es evidente en toda la provincia, acentuando el rol vital de las montañas como “las fuentes de agua del mundo para el siglo XXI”. El cambio climático podría alterar el ciclo del agua en las cuencas hídricas de los Andes.
Por: encombustioninterna
Fuente: Tiempo Argentino, ecologismo.com
Ley de Glaciares aprobada
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