Sin Respuesta.
Por Mario Avila.
La otra noche me preguntó que era poesía, al no poder responder le acerté un puñetazo en medio de la mejilla derecha, como no era buen cristiano no puso la otra mejilla. Y le dije: “Vez eso es poesía, un impulso creador”. Ahora comprendo, me dijo, al ver que su mejilla se tornaba colorada. Creé un color y le hice ver que la poesía a veces duele.
La otra noche me preguntó que era poesía, al no poder responder le acerté un puñetazo en medio de la mejilla derecha, como no era buen cristiano no puso la otra mejilla. Y le dije: “Vez eso es poesía, un impulso creador”. Ahora comprendo, me dijo, al ver que su mejilla se tornaba colorada. Creé un color y le hice ver que la poesía a veces duele.
Hoy me preguntó si yo escribía cuentos y como respuesta obtuvo un certero puntinazo en el centro de la pierna derecha, como no era buen futbolista cayó desplomado. Y le dije: “no escribo cuentos, invento historias”. Me respondió claramente diciendo “y que carajo tiene que ver la patada que me diste”, entonces dudé y le dije, “ahora tenés una historia para contarles a tus hijos”.
Quizás mañana me pregunte si se leer, quizás allí lo besé, todo depende de si tengo ganas de mirarme al espejo en la mañana.
(esto fue un cuento de LaVaca Atada)
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