Nuestro pasado en celuloide

Un proyecto recuperó gran parte del archivo fílmico de la provincia. Allí están los carros de cosecha tirados por caballos, las estrellas de Film Andes, el aluvión del 70. La memoria delante de los ojos. Filmaciones históricas de Mendoza en una muestra, en un programa de televisión y también en la web. Un proyecto recuperó gran parte del archivo fílmico de la provincia.

El Cerro de la Gloria en los años ‘20? ¿Un carro de cosecha tirado por caballos? ¿El aluvión del ‘70 y el Mendozazo? Todo eso, en pantalla grande, nos propone Proyecto Celuloide, un flashback por la historia local a través de imágenes de archivo o videos familiares rescatados del polvo, del altillo o de la quema.

Es, en sí, un proyecto de rastreo y rescate que acentúa la mirada sobre la identidad, arrancando desde 1908, la fecha en la que Nicolás Ferrari llegó a Mendoza por primera vez como un Melquíades, trayendo un aparato llamado cinematophón que, además de proyectar imágenes, adelantaba la era del sonido.

“Aparecieron imágenes de biplanos, sobrevolando un paisaje que parece dibujar viñas, y muchas filmaciones del Parque del Oeste, el antiguo nombre del Parque General San Martín”, comenta Sergio Sánchez, “hay un material riquísimo de noticieros, de filmación familiar, pero todavía nos queda mucho por fechar. Por eso intentamos que el proyecto sea interactivo y alcance el interés de la gente, para que puedan colaborar con datos, acercar cintas, identificar... Hay que tener en cuenta que reconstruimos en minutos de filmación una Mendoza que ya no está”.


Hay que decir, primero, que en el MMAMM (Plaza Independencia) se puede ver por estos días una muestra itinerante, que recorre la historia del cine desde el teatro de sombras hasta el proyector, pasando por la linterna mágica.

Dotando a la muestra de cierta idea de ritualidad, también la programación incluye proyectar “El último cowboy” (joyita de Film Andes), como homenaje a los miembros vivos de ese megaproyecto. “La idea es provocar un cruce de generaciones, que los que han hecho cine antes y los que lo harán más adelante dialoguen”.

Y para ponerle el toque de memoria. Así, intuye, se subsanarán algunas fisuras de la historia. Sorprendente mirada, tanto por la voluntad del enfoque como por la profundidad de la experiencia que captan, en relación con la cultura viva.

Pero se viene todavía algo mejor para agendar: con el nombre de CeluloideTV, el 5 de octubre se lanza a la pantalla chica (de lunes a viernes, por Canal 7, en formato micro de 5 minutos) la versión televisiva del proyecto.

“Es otra de las puntas”, explica Sergio, “que surgió por la difusión que tuvimos a través del programa ‘Despierta Mendoza’; lo más interesante fue que la gente llamó para enviarnos ese material que guardaba de sus ancestros, latas conservadas en el ropero gracias a nuestro clima de cero humedad, o enviaban datos de aquello que estaba saliendo al aire”. Lo cierto es que todavía, entre esos 1500 pies de filmación que vienen restaurando desde 2005, hay muchas caras desconocidas. Imaginate que toda esa gente pertenece a un álbum casi ignorado”.

Es más: para sellar cierta corriente de amistad entre códigos audiovisuales, sabemos que la emisión será temática: “una semana proyectaremos ‘Vendimia’, otra ‘Parque del Oeste’, otra ‘La ciudad’ y así...”

Ser temáticos convierte a CeluloideTV en un evento singular y doblemente interesante, por reunir tal cantidad de documentos, rarezas y noticias retro, con un leitmotiv común. Eso, acaso, compensa las latas quemadas en la época del Proceso o abandonadas en los basureros para reacomodarlas en el escaparate del patrimonio.

Aunque para expandir el alcance, sigue Sergio, también recurrimos a la web: “estamos subiendo a www.celuloide.tv más de trescientos videítos, con la idea de trabajar de manera interactiva”.


A la hora de ver y oír, vale tener en cuenta que el proyecto cuenta con todas las películas de Film Andes, tanto las rodadas en Buenos Aires como en Mendoza. De ese megaemprendimiento -impulsado por bodegueros en tiempos del peronismo- subsisten títulos como “Estrellita”, “Hombres a precio”, “La pícara cenicienta” o “El último cowboy”.

Difícil elegir. Sobre todo si pensamos que en el camino también van apareciendo otros tesoros, como la película que Sandrini filmó en Junín o esas escenas donde brilló (allí donde hoy está la Coca Cola) la misma Mecha Ortiz.

Todavía hay más. “Por ejemplo, un Carrousel de los años ‘50 a color, rescatado de una filmación familiar”. De modo que, todas esas reinas que uno solía recordar en sepia, podrán asomarse a la policromía.

“Tengamos en cuenta que el primer documental en colores que registra la Argentina son los funerales de Eva Perón; una jugada de Perón que aprovechó a los técnicos de la 20 Century Fox (que habían venido a filmar el camino del gaucho), para plasmar ese hito histórico. Pero el tema del Carrousel es distinto: sucede que las cámaras familiares llegaron al color antes que las profesionales. Era más sencillo, pues, que un mendocino con el equipo adecuado se fascinara con las reinas”, resume didáctico Sánchez.

Queda claro: cada visita al proyecto celuloide será un hermoso viaje audiovisual, por un territorio que es y no es el mismo. Un Cerro de la Gloria con balaustradas. Una ciudad con árboles enanos. Un rosedal sembrado de orquestas . Y unos cosechadores de principios del siglo XX (acaso el material más antiguo que ha sido encontrado en estos pagos), echando la uva en primitivos canastos.

Escrito por:Mariana guzzante
Fotografía:Diario Los Andes
Fuente: Diario Los Andes

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