Un gobierno que todo lo ve

Frente a la comisión de diputados que investiga la denuncia de Cristian Racconto; el ministro de Seguridad de la provincia, Carlos Aranda, aseguró que no existe ninguna intención de espionaje. Sólo cuatro personas tienen acceso a los videos de vigilancia, uno de ellos es el gobernador Celso Jaque.

El 19 de Mayo, el titular de la cartera de Seguridad se dio cita con la comisión que evalúa la denuncia del vicegobernador, arquitecto Cristian Racconto. Indagaron sobre la ubicación de las cámaras de vigilancia, sobre el acceso a los videos grabados y sobre los usos que se le ha dado al sistema hasta el momento. No todas las respuestas fueron satisfactorias.

Durante la reunión del 17 de Mayo, el vicegobernador ratificó su denuncia, pero aclaró los términos de la misma. Diario Los Andes recalcó que él no había usado el término “espionaje” sino “irregularidades”. Estas “irregularidades” se ejemplificaban en "amenazas" por el presunto automóvil que lo habría estado siguiendo; malversación de fondos públicos" al instalar una cámara de seguridad donde no está previsto por ley - lo que implicaría un gasto adicional para el Estado – y el "abandono de persona" ya que no puede contar con una custodia a su elección.

Frente a denuncia del vice, el fiscal de Delitos Complejos Santiago Garay, junto a la comisión de Diputados integrada por Nestor Parés (UCR), Patricia Gutiérrez (Unidad Popular), Luis Petri (Confe), Luis Orbelli (PJ unipersonal), Roberto Pradines (PD), Daniel Cassia (PJ disidente) y Gustavo Arenas (PJ), decidieron profundizar sobre la problemática y hablar directamente con el ministro de Seguridad.

Durante la reunión con el ministro Aranda, éste respondió, según Los Andes, que sólo cuatro civiles tienen una terminal para ver la información registrada por las cámaras de vigilancia: dos responsables de la firma que las instaló, el gobernador Celso Jaque y él mismo.

La cámara ubicada frente a la Legislatura es uno de los puntos que genera mayor conflicto. Por un lado, Racconto aseveró que con ese lente se ha hecho un registro de todos sus movimientos e incluso se grabó dentro de su despacho a través de la ventana. Por el otro, Aranda declaró a diario Uno: “las cámaras las hemos puesto después de un estudio que hemos hecho y en el que participaron los intendentes. Hay un marco legal para usarlas que salió desde la Legislatura. Esa cámara nos ha servido para que no se venda droga en la plaza Independencia, para detener a delincuentes y evitar robos; nunca ha sido con intenciones de espiar a nadie y mucho menos al vicegobernador”.

Para evitar conflictos y aclarar versiones, la comisión de diputados decidió enviar un especialista que revise y evalúe la direccionalidad de la cámara y sus registros. Como también solicitaron ver los videos de vigilancia, el ministro de seguridad aseveró frente al medio Uno: “Pusimos a disposición de los legisladores todo el sistema de video-vigilancia, y dimos detalles técnicos de las cámaras y su ubicación. Y como segunda cuestión tratamos el tema del funcionamiento de la custodia del vicegobernador y su decisión de abstenerse de usarla”.

Luego de la audiencia, el fiscal Garay declaró a los medios locales que no estaba muy a gusto con todas las declaraciones del ministro de seguridad y que aún faltaban muchos aspectos por verificar. Uno de los asuntos que más hizo “ruido” durante la audiencia fue la vigilancia permanente ejercida por sólo cuatro privilegiados. Teorías filosóficas de Foucault expuestas en su texto “Vigilar y castigar”, exponen que no hay una sola forma de ejercer el poder, y denomina “cuerpo” a la sociedad que es adoctrinada poco a poco por pequeños elementos coercitivos: política, educación, vigilancia constante.

“El momento histórico de las disciplina es el momento en que nace un arte del cuerpo humano, que no tiende únicamente al aumento de sus habilidades, ni tampoco a hacer más pesada su sujeción, sino a la formación de un vínculo que, en el mismo mecanismo, lo hace tanto más obediente cuanto más útil, y al revés. Fórmase entonces una política de las coerciones que constituyen un trabajo sobre el cuerpo, una manipulación calculada de sus elementos, de sus gestos, de sus comportamientos. El cuerpo humano entra en un mecanismo de poder que lo explora, lo desarticula y lo recompone. “, explica en su libro el filósofo francés.

Cabe cuestionarse entonces dónde empieza la problemática de la seguridad, dónde siguen las denuncias de “irregularidades” y dónde termina el control excesivo por parte del gobierno, no sólo sobre algunos elegidos, sino sobre toda la población. Dijo Foucault: “Una "anatomía política", que es igualmente una "mecánica del poder", está naciendo; define cómo se puede hacer presa en el cuerpo de los demás, no simplemente para que ellos hagan lo que se desea, sino para que operen como se quiere, con las técnicas, según la rapidez y la eficacia que se determina. La disciplina fabrica así cuerpos sometidos y ejercitados, cuerpos "dóciles".

El ministro Aranda declaró a diario Uno que "Con los elementos que tengo, no creo que se esté cometiendo ningún tipo de delito, y por lo poco que pude leer de la denuncia entiendo que no hay elementos para determinar que existe un delito". Aún así la decisión final quedará en manos de la comisión de diputados que no presentarán ningún dictamen hasta la fecha límite, el 5 de junio del 2010.

Escrito por: Alida V. Pereyra V.
Fuente:
Agencia Taller de Periodismo Alternativo (ATPA)


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