Minería a cielo abierto


El 8 de septiembre el Senado acordo el tratamiento del proyecto de ley para regular la actividad minera, conocido como Ley de Glaciares, que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados.

Según publica prensadefrente.com, luego de dos años de debate y con un escandaloso veto presidencial favorable a las corporaciones en el pasado, las organizaciones que rechazan la minería a cielo abierto consideraron como un avance la media sanción lograda en la Cámara de Diputados el pasado 11 de agosto. Sin embargo, el panorama está lejos de ser auspicioso.

Como parte de una política de Estado impulsada por el PJ-FpV, desde la Secretaría de Minería de la Nación se apuesta a seguir profundizando la explotación minera en todo el territorio, de la mano de empresas trasnacionales con grandes proyectos contaminantes como estandartes excluyentes.

De acuerdo a datos oficiales, la actividad dio un salto gigantesco desde el 2003. En ese momento, se contabilizaban en el país cuarenta proyectos mineros, con una producción de $4.080 millones, mientras que en el 2008 había más de cuatrocientos proyectos, con una producción de $16.650 millones. Es decir, el valor de la producción minera creció más de un 300% tan sólo en cinco años. Sin embargo, la expectativa del organismo oficial va más allá: se apunta a alcanzar los $25 mil millones en 2015.

Con la inestimable ayuda de las políticas activas del gobierno, las trasnacionales mineras continúan acumulando ganancias extraordinarias. El año pasado se ubicaron al tope de la lista de los grandes ganadores, con una rentabilidad del 28%. Esta cifra es cuatro veces mayor que el promedio del conjunto de las empresas. Con semejantes números se entiende la magnitud del debate legislativo, así como el lobby permanente de las empresas sobre políticos y comunicadores de todos los niveles.

La visita de Cristina al CEO de la Barrick, en su último viaje a Canadá, es sólo uno de los tantos encuentros entre directivos de las corporaciones y el poder político. Y los gobernadores del PJ-FpV son las principales espadas en defensa de esa rentabilidad extraordinaria, aunque no los únicos.

¿Que és la mineria a cielo abierto?

Las mineras siempre se ubican donde hay potencial del agua. Se las llama minas a cielo abierto o también se las conocen como minas a tajo abierto para diferenciarlas de aquellas minas en las que la extracción del mineral se consigue excavando galerías subterráneas.

La minería a cielo abierto supone dinamitar la roca superficial y llevarla a pequeñas dimensiones; montañas enteras son convertidas en rocas, su extracción empieza con la perforación y voladura de la roca.

Son minas de superficie que adoptan la forma de grandes fosas en terraza, cada vez más profundas y anchas. Los ejemplos clásicos de minas a cielo abierto son las minas de diamantes de Sudáfrica, en las que se explotan las chimeneas de kimberlita, depósitos de mineral en forma cilíndrica que ascienden por la corteza terrestre y a menudo tienen una forma más o menos circular.

Principales impactos ambientales causados por la minería a cielo abierto (MCA)

Los principales impactos ambientales causados por la minería a cielo abierto (MCA) en su fase de explotación son los siguientes:

Afectación de la superficie: la MCA devasta la superficie, modifica severamente la morfología del terreno, apila y deja al descubierto grandes cantidades de material estéril, produce la destrucción de áreas cultivadas y de otros patrimonios superficiales, puede alterar cursos de aguas y formar grandes lagunas para el material descartado.

Afectación del entorno en general: la MCA transforma radicalmente el entorno, pierde su posible atracción escénica y se ve afectado por el ruido producido en las distintas operaciones, como por ejemplo en la trituración y en la molienda, en la generación de energía, en el transporte y en la carga y descarga de minerales y de material estéril sobrante de la mina y del ingenio.

Contaminación del aire: el aire puede contaminarse con impurezas sólidas, por ejemplo polvo y combustibles tóxicos o inertes, capaces de penetrar hasta los pulmones, provenientes de diversas fases del proceso. También puede contaminarse el aire con vapores o gases de cianuros, mercurio, dióxido de azufre contenidos en gases residuales, procesos de combustión incompleta o emanaciones de charcos o lagunas de aguas no circulantes con materia orgánica en descomposición.

Afectación de las aguas superficiales: los residuos sólidos finos provenientes del área de explotación pueden dar lugar a una elevación de la capa de sedimentos en los ríos de la zona.

Diques y lagunas de oxidación mal construidas o mal mantenidos, o inadecuado manejo, almacenamiento o transporte de insumos (como combustibles, lubricantes, reactivos químicos y residuos líquidos) pueden conducir a la contaminación de las aguas superficiales.

Afectación de las aguas subterráneas o freáticas: aguas contaminadas con aceite usado, con reactivos, con sales minerales provenientes de las pilas o botaderos de productos sólidos residuales de los procesos de tratamiento, así como aguas de lluvia contaminadas con contenidos de dichos botaderos, o aguas provenientes de pilas o diques de colas, o aguas de proceso contaminadas, pueden llegar a las aguas subterráneas. Además, puede haber un descenso en los niveles de estas aguas subterráneas cuando son fuente de abastecimiento de agua fresca para operaciones de tratamiento de minerales.

Afectación de los suelos: la MCA implica la eliminación del suelo en el área de explotación, y produce un resecamiento del suelo en la zona circundante, así como una disminución del rendimiento agrícola y agropecuario. También suele provocar hundimientos y la formación de pantanos en caso de que el nivel de las aguas subterráneas vuelva a subir. Además, provoca la inhabilitación de suelos por apilamiento de material sobrante.

Impacto sobre la flora: la MCA implica la eliminación de la vegetación en el área de las operaciones mineras, así como una destrucción parcial o una modificación de la flora en el área circunvecina, debido a la alteración del nivel freático. También puede provocar una presión sobre los bosques existentes en el área, que pueden verse destruidos por el proceso de explotación o por la expectativa de que éste tenga lugar.

Impacto sobre la fauna: la fauna se ve perturbada y/o ahuyentada por el ruido y la contaminación del aire y del agua, la elevación del nivel de sedimentos en los ríos. Además, la erosión de los amontonamientos de residuos estériles puede afectar particularmente la vida acuática. Puede darse también envenenamiento por reactivos residuales contenidos en aguas provenientes de la zona de explotación.

Impacto sobre las poblaciones: la MCA puede provocar conflictos por derechos de utilización de la tierra, dar lugar al surgimiento descontrolado de asentamientos humanos ocasionando una problemática social y destruir áreas de potencial turístico. Puede provocar una disminución en el rendimiento de las labores de pescadores y agricultores debido a envenenamiento y cambios en el curso de los ríos debido a la elevación de nivel por sedimentación.

Por otra parte, la MCA puede provocar un impacto económico negativo por el desplazamiento de otras actividades económicas locales actuales y /o futuras.

Cambios en el microclima: la MCA puede causar cambios en el microclima y puede provocar una multiplicación de agentes patógenos en charcos y áreas cubiertas por aguas estancadas.

Impacto escénico posterior a la explotación: la MCA deja profundos cráteres en el paisaje. Su eliminación puede conllevar costos tan elevados que puedan impedir la explotación misma.

Después de leer todas la consecuencias negativas que esta actividad trae ¿Hace falta decir que posición al respecto hay que tomar?

Por: encombustioninterna
Fuente: Prensa de Frente, pilos.com

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