Japón, las soluciones por llegar

Las autoridades japonesas insisten en la urgencia de detener el escape hacia el mar de agua contaminada de la central nuclear 1 de Fukushima, pero la operadora de la planta todavía está por solucionar el problema.

Esa emergencia se confirmó el pasado sábado y como era de esperar, incrementó las tensiones en torno a una mayor contaminación en lo que ya se reconoce como la peor crisis de su tipo en la historia de este país, asociada al terremoto y subsiguiente tsunami del pasado 11 de marzo.

Desde el fin de semana se estudia cómo resolver la citada situación, atribuida a una grieta de 20 centímetros detectada en un pozo conectado al edificio de la turbina del reactor 2. Aunque ya se intentó cubrir la hendidura, el problema persiste.

Esa es la realidad a pesar del llamado del secretario jefe del gabinete, Yukio Edano, en el sentido de que "debemos evitar lo antes posible" que el agua radiactiva llegue al mar (océano Pacífico).

A ello se sumó la lógica advertencia de que mientras más se prolongue la contaminación, mayor será el impacto, incluso si las sustancias radiactivas se diluyeran.

La empresa Tokyo Electric Power Co. (Tepco) trató hoy otra vez de encontrar la fuente del agua con altos niveles de radiación, para lo que arrojó 13 kilogramos de polvo en una zanja a fin de detectar el origen de todo.

Mientras continúan las labores para resolver esa emergencia, la compañía, muy criticada por su manejo de la crisis porque hasta difundió información errónea, analiza la posibilidad de instalar barreras en zonas de donde se sospecha el agua contaminada fluye hacia el mar.

Pero esa no es la única urgencia. El gobierno también pidió a Tepco estudiar la posibilidad de cubrir los edificios de contención de los cuatro reactores dañados de Fukushima-1 para controlar los escapes de sustancias radiactivas.

Según esa idea, deben construirse estructuras alrededor de las instalaciones de 45 metros de altura y entonces colocar las cobertura sobre ellas.

Además del enorme costo económico, este proyecto necesitará hasta dos meses para concluirlo, por lo cual expertos se muestran escépticos acerca del plan propuesto por una empresa constructora, al considerar que sus efectos serían limitados.

Keiji Miyazaki, profesor de la Universidad e Osaka, dijo que existe el riesgo de que esas chapas cedan por el calor procedente de los reactores.

Lo que debe hacerse urgentemente es restablecer los sistemas de enfriamiento de las unidades, agregó el especialista en energía atómica, citado por medios de prensa.

Otro catedrático, Ikuro Anzai, de la Universidad de Ritsumeikan, afirmó que si el mencionado proyecto es posible, ayudará a bloquear el escape de radiación hacia el aire y suelo, pero estimó que sus niveles aumentarán y obstaculizarán las demás tareas.

Una de ellas sería el vertido de agua sobre los reactores para combatir el sobrecalentamiento surgido al fallar los sistemas eléctricos de reserva de la central luego del sismo de 9,0 grados en la escala de Richter y el maremoto.

De acuerdo con las referidas informaciones de prensa, una fuente cercana al gobierno criticó este plan y señaló que los políticos y la administración de Tepco aceptaron la propuesta de la constructora, la cual no tiene profundos conocimientos de plantas nucleares.

Mientras, la operadora de Fukushima-1 comenzó a liberar agua contaminada hacia el Pacífico para favorecer labores más intensas con vista a controlar una tragedia que preocupa más allá de las fronteras de este archipiélago.

Según la empresa, la cantidad se estima en 11 mil 500 toneladas.

Esta situación, que se presenta en varias partes de la central, impide a los trabajadores atender los problemas en la planta debido a los altos niveles de radiación del líquido.

Todos estos esfuerzos y planes solo confirman el criterio de las autoridades de que controlar las mencionadas fugas demorará meses.

Fuente: Prensa Latina

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